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3 lugares en 1 noche en la Juárez

Tiempo de lectura 4 min. #marchamexa #aptrulla #enlajuarez

La Ciudad de México es ideal para aventurarnos como si fuésemos viajeros, viajeros en el tiempo. En Lumbre CDMX te propongo una experiencia tipo marcha madrileña, que puede empezar desde que sales del trabajo, hasta la madrugada, todo en una misma manzana; salte de la rutina y... 

3 lugares para viajar en el tiempo en 1 sola noche en la colonia Juárez. 

1. Comedor Lucerna

Lucerna 51. / T. 5555358665 / Todos los días.

7:30 pm.
Comenzamos en la era del Instagram; los turistas expatriados se expanden como verdolagas por la Condesa y la Roma; la fauna local necesita un espacio propio: el street art, la comida de barrio y los lugares kitsch están de moda, aquí como diría Botellita de Jerez hace 30 años: ¨todo lo naco es chido¨.

Cuando fui por primera vez, caminaba sin rumbo con unos amigos después de ir a las luchas, el destino nos condujo a la esquina de Lucerna y Lisboa, por fuera el lugar lucía interesante, una chica tatuada y hermosa entró al lugar con un perro, la banqueta olía a tocino y eso siempre es una buena señal. Desde entonces voy seguido y hoy te invito a conocerlo.

Una vez con un pie dentro, las opciones son inmejorables; no solo por la extensa cantidad de restaurantes que a modo de food trucks ofrecen variedades inmensas de comida monchosa, bebidas gourmet, postres de autor, estilos y precios para todos los gustos.

La decoración, sus murales, neones y rincones hechos por colectivos y artistas como Antonieta Canfield son ideales para tomarse fotos y taggear a tus amigos o crushes. Ni hablar del techo de sombrillas multicolores y eso que aún ni siquiera nos hemos sentado.

Aquí no voy a darte recomendaciones, pues depende tu antojo y presupuesto, las opciones son bastas y todas recomendables, a veces hay música en vivo, si no, hay siempre un bullicio dosmilero acorde al estilo y propuesta que no te dejará decepcionado, en promedio reserva unos $300 morlacos para salir sin sed ni hambre. Es hora de caminar por Lisboa hacia la calle de general Prim y doblar a la izquierda. 

2. Parker&Lenox

Milán 14. / T. 5521835107 / Martes a Sábado.

9:33 pm.
Ambientado como un speakeasy de la época de la prohibición, si tu Peaky Blinder interno llama, responde y lánzate a un lugar mágico, donde la buena música está garantizada. 
Lo conocí la noche de un día cuando oí por primera vez un tributo a Janis Joplin interpretado por Xiomara Méndez, después, todo fue repetir y descubrir grandes artistas como Juanjo Gómez, Las Billies y muchas otras propuestas de la escena mexicana.

La entrada oficial es por el Lenox; un ambiente art decó sencillo pero no simple, ideal para esperar con una cerveza mientras te dan acceso al lugar. Te recomiendo siempre reservar con al menos 1 día de antelación, es difícil recibir a grupos grandes, así que resulta un sitio ideal para ir con un par de amigos, una cita en pareja o lanzarte solo/a a la barra al más puro estilo del cine Noir.

Una vez que pagas tu cover (el cual varía dependiendo del artista) te conducen cerca de los baños a un pasillo semisecreto que da acceso al verdadero corazón del lugar donde te recibe un destartalado piano que divide a la derecha la zona de lavabos y a la izquierda tu entrada para viajar en el tiempo a los años 20´s y sentirte como todo un gángster, o una femme fatale. Una suerte de bodega con sillones de terciopelo rojo, luz baja y una extensa barra donde probar coctelería clásica, aunque yo te recomiendo ampliamente su versión del vesper martini, llamado Day Off con un toque especial de lemongrass. El cual me fue recomendado por su autora a quien conocí fumando en la calle una noche de jueves, mi día favorito para asistir.

Por lo general, tu estancia en el Parker será de unas dos horas y media ya que una vez terminado el set musical, no pasa mucho tiempo para que suban la luz y te lleven tu cuenta; pero te prometo, que valdrán la pena cada uno de los $700 pesos que inviertas entre el cover, la cerveza de la espera y un par de tragos durante el show. Afuera muchos esperan su Uber o fuman, para nosotros el humo de un puesto de hot dogs, nos guía unos pocos pasos más sobre la calle de Milán.

3. Bar Milán

Milán 18. T. 5555920031 / Jueves a Sábado.

11:45 pm Un templo de la generación X que conserva su esencia desde los noventa hasta el día de hoy. Una vez en Chilango leí algo muy cierto: un lugar como el Milán nunca pasa de moda, porque nunca fue una moda. Y es así, estás entrando a un sitio con historia, plural y con alma.

Solo para darte un contexto, el primer gran evento que se llevó a cabo en esta casa, fue la Exposición Internacional del Surrealismo en 1940. 

Las paredes de este bar, otrora la Galería de Arte Mexicano, algún día tuvieron colgadas obras de Rivera, Siqueiros y Tamayo; André Bretón recorrió sus pasillos con Carrington y Picasso.

Y aquí estamos, entrando por esa vieja puerta de madera sobre el pasillo principal que lleva al baño y a la caja, donde debemos canjear nuestro dinero por la moneda local, el tipo de cambio es simple:1 peso = 1 milagro, te recomiendo empezar por unos $260 y ver qué pasa; al fin y al cabo es ya nuestra tercer parada.

Suena la escuela de calor, nuestra mirada se va directo a las barras, donde dos enormes nopales señalan el lugar adecuado para cambiar los milagros por tragos, las opciones son sencillas, sin pretensiones; la cerveza está en $60, las cubas en $100, sin embargo, es casi obligatorio iniciar tu visita con un mojito, la especialidad del bar.

En el Milán no hay cover, ni consumo mínimo, ni te piden botella para ocupar una mesa, pero las pocas que hay casi siempre están ocupadas, y así lo pensaron desde sus inicios en los años noventa Daniel Jiménez Cacho y sus amigos, pues la idea original además de financiar su Teatro era montar un bar al estilo de la movida madrileña, donde todo el mundo está de pie, donde se puede ir solo o en grupo, donde uno va a pasarlo bien y ya. La música antes en tendencia, es hoy toda chavorruca: Depeche Mode, Caifanes o Bowie; nos hacen mover cabeza y esqueleto mientras encontramos gente de fácil trato, sonrisa permanente y ganas de fiesta.

Recuerdo que era fan de este lugar desde que estaba en la UNAM, la esencia sigue, aunque ya no con la multitud ni modas de antes lo cual se agradece. Un amable pero mal encarado camarero anuncia las últimas... es tiempo de regresar en el tiempo

Salimos a las 2:15 am, el puesto de hot dogs sigue ahí, de nuevo la calle huele a tocino y eso es; tal como el teatro, la moneda local y todo lo vivido en este viaje en el tiempo, un verdadero milagro.

Ahí nos leemos.

 @hombrequemira

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