Bosque y entrepanes gourmet en la CDMX
Tiempo de lectura 6 min.
En LUMBRE CDMX quiero ofrecerte planes completos y diferentes a lo común, no hago reseñas ni críticas, solo te comparto mis favoritos; así que ahora te propongo despejar la mente y mover el cuerpo en un día de bosque, caminata, naturaleza y por supuesto comida deliciosa en un recorrido por el Parque Nacional Desierto de los Leones.
Casi todo el mundo conoce el convento, el cual, interesante, histórico y hermoso, no te da para más de un par de horas, así que aquí te presento mi plan alterno, luego de que llegues, visites el convento y te preguntes:
¿Qué hacer una mañana en el Desierto de los Leones?
Quiero advertir que puedes invertir el orden, si quieres llegar a desayunar y luego caminar en el bosque. El punto de partida te lo da google o waze solo debes elegir entre el Convento o el Valle de las Monjas y a disfrutar...
1. SENDERISMO POR LAS ERMITAS
Mi paseo favorito sin duda es recorrer estas pequeñas casitas que hicieron los carmelitas hace más de 400 años. No conformes con su desierto (es decir, la creación del convento en un lugar apartado de todos para poder dedicarse a la oración), los monjes hicieron varias ermitas, para irse a vivir por periodos largos en solitario, cultivar sus propios alimentos y concentrarse en sus tareas místicas. Hoy puedes visitar muy fácilmente 3 de ellas (las demás están o más lejos o más destruidas), haciendo un breve recorrido de cerca de 2 kilómetros por el bosque de abajo del ex convento.
Te recomiendo iniciar por la izquierda (viendo de frente la puerta del convento) por el lado del estacionamiento, será fácil ver un camino de piedra que conforme avanza se va deteriorando, pasando por unos arcos y siguiendo un camino de bajada, encontrarás algunos letreros numerados que te van contando la historia del convento y las ermitas; la primera a la que llegas es la más grande, puedes rodearla, visitando el área de atrás que otrora daba lugar a un huerto y volver a la entrada principal de la ermita. De ahí NO SIGAS EL CAMINO DE PIEDRA, en vez de ello, debes girar a la derecha sobre el bosque que marca un camino ancho de tierra donde siguen los letreros numerados, el sendero se interna en un festín de colores, olores y troncos ahuecados para llevarte por un camino corto y ondulante. Donde veas el letrero marcado con el #7 hay dos caminos, sigue el de la IZQUIERDA y en pocos pasos estarás en la segunda ermita.
En ésta del medio, la arquitectura es más sobria y sencilla, sin embargo lo que nos importa no son tanto las ermitas sino tomarlas de pretexto para caminar entre árboles que regalan en sus musgos varios tipos de hongos y flores, escuchar el canto de distintos pájaros y oír a lo lejos el rumor del río que corre cerro abajo y que visitaremos más adelante en el lago de los patos.
Como estamos ¨rodeando¨ el convento por el bosque de abajo, al salir de la segunda ermita debemos tomar el camino que nos lleva a la izquierda (es fácil de deducir, si en vez de la puerta principal, salimos de ella por una pared rota que hay junto al pozo).
Ahí viene la parte más bonita del recorrido, el tramo entre la segunda y la tercera es algo más largo y precioso y tras unos minutos de relajante caminata llegamos a lo que una vez fue una fuente que se alimentaba de un manantial, el espacio perfecto para sentarse y descansar un poco.
Más adelante, subiendo un poco por el camino principal llegamos a la tercera y última ermita, a partir de ahí, parecería perderse el camino de regreso, pero la lógica nos da una buena guía; toma cualquier sendero grande que SUBA y llegarás a un costado del convento, saliendo por la parte opuesta a la que entramos, en una calle asfaltada que da lugar a una serie de puestos de dulces, artesanías y otras chucherías.
2. LAGO CON PATOS
Justo en el medio de los puestos que corren del lado derecho de la entrada del convento, hay unas escaleras que bajan; donde además de poder aprovechar para pasar al baño, si continúas por ellas llegarás a un pequeño lago, donde hay patos y un pequeño sendero para darle la vuelta a la presa.
3. COMIDA GOURMET EN VALLE DE LAS MONJAS
Lo más sencillo es quedarse en los puestos de antojitos mexicanos que hay en el estacionamiento del ex convento, pero yo te sugiero hacer algo distinto, tomar tu auto y poner el navegador rumbo al valle de las monjas, que está muy cerca de ahí, en un rincón escondido cerca de la carretera de cuota que regresa de Toluca hacia CDMX. En menos de 15 minutos estarás en otro mágico spot, que ofrece varias opciones deliciosas para terminar tu experiencia. Aquí hay varias opciones para mover el bigote, pero te voy a dar las 2 que ya he probado:
ÓVELPAA
Jueves a Domingo de 9 a 18:00 hrs.
Nació como un punto de encuentro entre ciclistas y se ha convertido en una referencia de calidad, sencillez y sabor.
DESIERTO NORTE
Miércoles a Domingo de 10 a 16:30 hrs.
Aparte de sus geniales salchichas y hamburguesas hechas en casa; hay opciones fantásticas en su parrilla, vinos naturales y cervezas artesanales.
Ambos lugares son pet friendly y están muy cerca uno a otro. En el camino hay letreros que te guían a uno u otro. En ambos hay pago con tarjeta y tienen un área de juegos. Aunque en esa zona hay más opciones de quesadillas y otros rincones que se ven geniales, pero no los he probado, por ello no me atrevo a hablar de ellos.
¿Qué tal?
Comenta tus experiencias, considera seguirnos y compartir este post.
Ahí nos leemos.
Comentarios
Publicar un comentario
¿Qué te pareció?